La empresa Ignifugacions Generals redacta este artículo. El proceso de creación de paneles termoprensados transforma los residuos textiles en productos para marketing inmobiliario. Esto responde a la creciente tendencia de las marcas de retail hacia la sostenibilidad, buscando que el 100% de sus productos estén fabricados con materiales reciclados o reutilizados. Este material también ha sido tratado mediante un proceso de ignifugación para cumplir con las normativas de seguridad en espacios públicos.

 

Estos paneles termoprensados nacen con la finalidad de ayudar a las marcas a combatir la generación de residuos mediante un concepto clave: la recirculación. Transforman los residuos textiles en un producto para la producción de marketing inmobiliario. Cada vez más, las firmas de retail apuestan por una nueva línea de negocio centrada en la sostenibilidad, con el objetivo de que el 100% de los productos estén fabricados con materiales reciclados o reutilizados.

El proceso de fabricación de los paneles consiste básicamente en triturar piezas textiles (en muchas ocasiones, propias de la marca del cliente) y someterlas a un proceso de calor que funde el propio poliéster, presente en la ropa, actuando como adhesivo, sin necesidad de añadir ningún otro aglutinante. El producto final es una tela similar al fieltro.

Una tarea de investigación importante llevó, gracias a un análisis de los clientes, a visualizar las características de este nuevo material hidrófugo, el cual se presentaba resistente al calor y con posibilidades de corte y maleabilidad. Si se fabrican las mismas telas mencionadas anteriormente, es posible generar fácilmente telas de mayor grosor (o mantas), y si estas mantas pasan por una fase de termoprensado, se obtienen unas placas rígidas que pueden servir de inspiración a muchos diseñadores para crear paneles decorativos, muebles para la exposición e incluso módulos de probadores en las tiendas de ropa.

Es evidente que nos encontramos ante un material que ofrece grandes cualidades de usabilidad y, sobre todo, está en la línea de la Reducción, Reutilización y Reciclaje de los residuos (las famosas 3R). Sin embargo, gran parte de estos elementos estarán presentes en recintos de pública concurrencia, una categoría que exige unos parámetros mínimos de comportamiento ante diferentes escenarios accidentales, entre ellos el fuego. Todos los elementos deben cumplir una clasificación de reacción al fuego mínima para que, en caso de incendio, no colaboren en la combustión del mismo, en la generación de humos ni en el goteo de los elementos fundidos por la alta temperatura. Es en este punto cuando entra en escena la necesidad de ignifugación, para modificar la clasificación de estos elementos combustibles.

Fueron necesarios varios meses de investigación y desarrollo del producto ignífugo basado en polifosfato y su aplicación. La primera consideración fue ignifugar las mantas textiles y luego someterlas a un termoprensado para generar el producto final. Rápidamente se vio que la manta tenía un gran peso porque absorbía en exceso el líquido ignífugo y, además, con las altas temperaturas del termoprensado, el líquido ignífugo se cristalizaba, anulando así la sustitución del oxígeno por un derivado del nitrógeno. Este proceso era inviable.

Era imperativo un enfoque puntual en la ignifugación de los paneles como producto final en sus fases de creación, es decir, una vez que estuviesen termoprensados. Sin embargo, debido a su baja (no nula) porosidad, no se podía aplicar ningún método de aspersión o rociado, ya que el líquido ignífugo no penetraba en el panel.

Entonces, solo quedaba forzar la introducción del producto ignífugo en el panel termoprensado, y esto solo se puede lograr a través del microencapsulado, que consiste en introducir estos paneles en una autoclave, o cilindro de vacío, y llenarlo de producto ignífugo. De esta manera, gracias al vaciado forzado, se obliga al panel a impregnarse de líquido ignífugo y tener un comportamiento aceptable ante el fuego, según la normativa vigente de Reacción al Fuego en las zonas de pública concurrencia.

Este producto ha sido probado y certificado por un laboratorio independiente, con una clasificación de reacción al fuego B, S2-d0.