Alfa Torres nos habla de las puertas cortafuegos como medida de protección contra incendios en los Centros de Procesamiento de Datos (CPD). Este tipo de establecimiento industrial requiere de unas medidas de protección contra incendios (PCI) ajustadas a la reglamentación existente, pero con las peculiaridades propias de los equipos que se guardan en su interior. Los requerimientos de este tipo de instalaciones son superiores a los convencionales y tiene que existir una prescripción y un redactado de proyecto claro y con las peticiones de uso bien expresadas para que el fabricante de puertas pueda dotarlas del sistema más adecuado para cada ubicación.
Uno de los sectores económicos con mayor crecimiento en los últimos años es el relacionado con las instalaciones para albergar los sistemas de tratamiento de datos que se generan a través de la multitud de interacciones existentes en las redes virtuales. Son conocidos como CPD (Centros de Procesamiento de Datos). El crecimiento está basado en una fuerte inversión extranjera que ha elegido el estado español por su fácil acceso a suelo industrial, así como por disponer del coste energético más barato del sur de Europa, junto a Portugal.
Según SAVILLS, una de las principales consultoras inmobiliarias a nivel mundial, Europa necesitará hasta 20.750 MW de potencia instalada en centros de datos de aquí al 2026. En el caso de España, se estima que la potencia disponible para este año sea próxima a los 800 MW, lo que habrá supuesto una inversión total de casi 7.000 M€, según los datos de la asociación SpainDC, principal asociación española que aglutina transversalmente a empresas y agentes vinculados al sector.
Evidentemente, este tipo de establecimiento industrial requiere de unas medidas de protección contra incendios (PCI) ajustadas a los reglamentos existentes, pero con las peculiaridades propias de los equipos que se guardan en su interior. La alta potencia eléctrica contratada junto a la propia distribución física de los equipos también requiere de medidas relacionadas con el diseño prestacional. Este tipo de instalaciones disponen de diseños propios que no se asemejan a muchos de los existentes en diferentes industrias más maduras y con mayor tradición.
Uno de los elementos de gran importancia en este tipo de instalaciones son las puertas cortafuego. Del mismo modo que en el resto de instalaciones, las puertas cortafuego tienen que disponer de una Clasificación según Norma EN 13501-2 “Clasificación en función del comportamiento frente al fuego de los productos de construcción y elementos para la edificación. Parte 2: Clasificación a partir de datos obtenidos de los ensayos de resistencia al fuego excluidas las instalaciones de ventilación.” donde se muestra el grado de integridad y aislamiento según la nomenclatura propia EI XX (donde XX es el tiempo clasificado de resistencia al fuego). El campo de aplicación directa que muestra el Informe de Clasificación es un punto importante a examinar para este tipo de instalaciones, puesto que, habitualmente, los pasos libres de acceso tienen que ser bastante amplios para el paso de los equipos informáticos. Las cotas en altura son comunes por encima de los 2,7 metros, llegando con frecuencia a los 3 metros.
La seguridad física entendida como la resistencia que ofrece la puerta a la intrusión de personal no autorizado también es un factor determinante para la definición de la puerta. El alto valor de los equipos y de la información que estos contienen comporta una definición de seguridad por encima de lo habitual. La resistencia de las puertas contra la intrusión (efracción) no autorizada mediante el uso de la fuerza se regula mediante la Norma EN 1627 “Puertas peatonales, ventanas, fachadas ligeras, rejas y persianas. Resistencia a la efracción. Requisitos y clasificación.”. Esta norma establece los diferentes grados RC (del 1 al 6) de resistencia, siendo el baremo de medición el tiempo de ataque y el conjunto de herramientas que se pueden utilizar. Las puertas de los CPD disponen, en la mayoría de los casos, de grados RC3 y, puntualmente, RC4. Aun así, todo esto queda a criterio del propio proyecto constructivo y de los diferentes perímetros de seguridad que se establecen.
El control de accesos es otro de los factores clave en la definición de la seguridad del edificio y, por tanto, de las puertas de acceso a las diferentes zonas. Para aquellas puertas cortafuego que forman parte de una ruta de evacuación y que disponen de un control de apertura eléctrico se tiene que aplicar la Norma EN 13637 “Herrajes para la edificación. Sistemas de salida controlados eléctricamente para su uso en recorridos de evacuación.”. Esta norma indica la necesidad de solicitar la apertura y, posteriormente, accionar el elemento de apertura una vez éste valida la solicitud. Para el cumplimiento del control de la apertura, tiene que existir un elemento de bloqueo adicional que, evidentemente, tiene que formar parte del campo de aplicación directa expresado en el Informe de Clasificación de Resistencia al fuego. El cumplimiento de esta norma aumenta la complejidad de los accesos, principalmente, de las salidas de las zonas de acceso restringido, puesto que tienen que combinar la capacidad de evacuación con el control de las personas que entran y salen de los perímetros y las salas de seguridad establecidas en el plan de uso de la instalación.
Los requerimientos de este tipo de instalaciones son superiores a los convencionales y tiene que existir una prescripción y un redactado de proyecto claro y con las peticiones de uso bien expresadas para que el fabricante de puertas pueda dotar del sistema más adecuado para cada ubicación. Es posible combinar las diferentes normas y los requerimientos de uso, pero únicamente mediante un buen asesoramiento y una buena colaboración se puede llevar a cabo. Se abre un nuevo nicho de producto/instalaciones que aporta nuevos retos a los fabricantes y proyectistas.
