INTISI nos habla de los aspectos fundamentales a la hora de elegir una cortina de humos para garantizar la máxima eficiencia en caso de incendio.

 

Las cortinas de humos integran los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH) junto a otros elementos como exutorios o sistemas de ventilación forzada, cuyo objetivo común es crear una capa libre de humos y calor por encima del suelo, mejorando así las condiciones para una evacuación y/o rescates seguros de personas y animales, además de proteger los bienes y los inmuebles.

El objetivo principal de las cortinas o barreras de humos es la contención y canalización del humo generado en caso de incendio en un espacio determinado, evitando que se propague por toda la superficie y creando, de esta manera, varios depósitos de humos que retienen una capa de humos térmicamente flotante en el caso de un incendio.

Al formar parte de un SCTEH, están sujetas a la normativa específica que se encarga del dimensionado de la superficie aerodinámica de evacuación de humos. Las especificaciones que deben tener las cortinas en España están recogidas en la norma UNE-EN-12101-1, “Especificaciones para barreras para control de humo”, y se clasifican por los parámetros temperatura/tiempo y son clasificadas D90, D120, etc. Dónde “D” es la temperatura de ensayo constante a 600ºC, “DH” es la temperatura de ensayo según curva normalizada en la norma EN 1363-1, y los valores numéricos representan tiempo de ensayo en minutos.

 

 

La norma UNE 23585 “Requisitos y métodos de cálculo y diseño para proyectar un sistema de control de temperatura y de evacuación de humos (SCTEH) en caso de incendio” determina qué dimensiones máximas debe tener un depósito de humos, haciéndose necesario, si se sobrepasan, la creación de dos depósitos y, por lo tanto, la instalación de una cortina de humos que los separe.

Otro aspecto fundamental es conocer el descuelgue de la barrera de humos, que depende de forma directa del cálculo normativo que se realice según la norma de diseño UNE 23585. Dicho descuelgue determinará la altura de las cortinas de humos.

Para proyectos en edificios industriales donde el sector de incendios dispone de una altura considerable y el factor estético no es determinante, se acostumbran a instalar cortinas de humo fijas (SSB), que quedan permanentemente descolgadas del techo y a la vista.

Sin embargo, para proyectos en zonas no industriales donde las alturas son más limitadas y el factor estético y arquitectónico juega un papel importante, se acostumbran a instalar cortinas de humo automáticas (ASB), que quedan permanentemente enrolladas y recogidas dentro de un cajón contenedor y que solamente se despliegan en caso de incendio cuando reciben una señal de activación.

Asimismo, las cortinas de humos pueden, además, clasificarse según si son cortinas guiadas (cuando la cortina o su barra inferior se mueve entre canales verticales) o cortinas colgantes-libres.

Las cortinas colgantes-libres son las más frecuentes en un SCTEH, sin embargo, están sujetas a deflexión o desplazamiento a causa de la presión flotante que ejerce la capa caliente de humos. La parte inferior de la cortina, en consecuencia, se desvía hacia fuera del depósito de humos. Este factor es determinante a la hora de calcular el descuelgue de la cortina, y deberá compensarse con más cantidad de tejido colgando y un peso suficiente en la barra inferior (contrapeso) a fin de cumplir con los requisitos de dicha norma de diseño UNE 23585.

 

FUENTE IMAGEN: UNE 23585

 

Es importante que no haya espacios libres por encima de las barreras, aunque la misma norma UNE 23584, “Requisitos para la instalación en obra, puesta en marcha y mantenimiento periódico de los SCTEH” permite que la superficie máxima de los espacios no cubiertos no debe ser superior al 0,5% de la superficie total de la barrera en su posición de actuada en caso de incendio, considerada ya la deflexión calculada.