ALFATORRES nos informa de las prestaciones exigibles que mejoran las puertas cortafuegos, más allá de la resistencia al fuego.

 

De todos es conocida la antigua nomenclatura de las puertas RF, en la cual mediante estas dos letras se clasificaba una puerta como “resistente al fuego”. Posteriormente, con la entrada en vigor de la Norma EN 13501-2, las puertas se clasifican de diferentes maneras en función de las prestaciones obtenidas mediante ensayos de resistencia al fuego según la EN 1634-1, informes EXAP y otros ensayos de acuerdo con Normas Europeas. Actualmente, las letras EI designan el criterio de integridad y aislamiento térmico de las puertas cortafuegos tal como establece el CTE. Aun así, existen muchas otras prestaciones que se pueden expresar siguiendo la EN 13501-2 i, a veces, fuera de esta Norma.

Siguiendo la EN 13501-2.

Radiación. No es habitual en nuestro mercado que se pidan valores W de radiación para puertas batientes cortafuegos, ya que una puerta que cumple la I de aislamiento térmico automáticamente ya cubre el concepto W. Esta clasificación se obtiene cuando a 1 metro de la cara exterior de la puerta la energía irradiada no supera los 15 kW/m.

Durabilidad del autocierre. Una puerta cortafuegos que no esté cerrada en el momento de producirse una situación de riesgo por incendio pierde toda su utilidad. Por esta razón, siempre tienen que disponer de un sistema que las haga mantenerse cerradas cuando se requiera. Este concepto se define como “autocierre” y se muestra mediante la letra C, además, tiene que garantizar que se mantenga durante gran parte de la vida útil de la puerta. Para demostrar esta durabilidad las puertas se deben ensayar según la EN 1191 y son sometidas a ciclos de apertura y cierre continuo que llegan hasta los 200.000 ciclos para todas aquellas puertas que quieren lograr el grado 5 siguiendo la EN 14600 que es lo que pide el CTE para instalar puestas en el estado Español. Es importante recordar que muchas de estas puertas forman parte de un recorrido de evacuación y que los elementos que aseguran esta función también tienen que ser evaluados dentro del conjunto de la puerta.

Estanqueidad al humo. Muchas puertas cortafuegos también son requeridas como barrera para el paso del humo una vez se ha declarado un incendio. La Norma EN 1634-3 se encargará de establecer el criterio para medir esta característica. El ensayo consiste en exponer la puerta cortafuegos a una presión de aire a temperatura ambiente y después a 200º C y ver cuál es el volumen de aire que escape por la puerta. Si se consiguen los volúmenes que indica la Norma, las puertas se pueden clasificar como Sa i/o S200.

Resistencia Mecánica M. A pesar de que no es muy corriente que nos pidan este valor en el ámbito europeo, a veces se requiere esta prestación basada en la proyección de un elemento pesado sobre la puerta una vez se ha finalizado el ensayo de fuego.

Prestaciones fuera de la EN 13501-2.

Después de la entrada en vigor del marcado CE para puertas cortafuegos en noviembre de 2019 (EN 16034) es posible declarar prestaciones a la DoP que no forman parte de la nomenclatura mostrada en la EN 13501-2. Por ejemplo, se puede declarar (y es muy recomendable exigirlo) la Capacidad de liberación de los dispositivos de retención electromagnética. Esta prestación asegura que la puerta se libera correctamente de los retenedores una vez estos reciben la señal de incendio y se produce el cierre idóneo y coordinado de la puerta. Esta prestación se declara en la DoP, pero no se muestra en la nomenclatura de clasificación de la puerta.

La Norma de Producto EN16034 (Marcado CE) relaciona las prestaciones de fuego con otras prestaciones que vienen establecidas por otras normas de producto. Este efecto hace que las puertas batientes de uso exterior deban tener 2 de DoP’s, la primera para prestaciones de fuego y la otra según la EN 13453-1. Dentro de esta Norma se incluyen un gran número de características según la finalidad de la puerta. Haremos un resumen de algunas de las más significativas.

Muy a menudo, las puertas exteriores tienen que declarar prestaciones de protección contra los agentes meteorológicos. La estanqueidad al agua, la permeabilidad al aire y la resistencia a la carga al viento son las más importantes. Las tres se basan en la aplicación de una presión de aire sobre la puerta y se valora el grado de penetración del agua a diferentes presiones, el volumen de aire que escape a diferentes presiones y la posible deformación de la puerta, respectivamente.

Dentro del mismo grupo podemos incluir la Transmitancia térmica (U= W/mk2) como un valor a declarar, pero que no siempre aporta mucha información tratándose de puertas a menudo metálicas con prestaciones de resistencia al fuego.

Atenuación acústica. Igual que el punto anterior, el confort acústico es otra característica cada vez más presente en el diseño de las edificaciones. Las puertas cortafuegos también pueden ser objeto de necesidad de reducción acústica y, por eso, se pueden ensayar como cualquier otra puerta para conseguir los valores de aislamiento acústico requerido. La Norma ISO 10140-2:2011 establece el criterio de ensayo y la manera de mostrar los resultados. Estos quedan expresados mediante un valor en la unidad decibelios mostrando el valor de reducción sonora: 30dB.

Resistencia a la efracción. Cada vez más, existen requerimientos de seguridad física para las puertas cortafuegos. Esto quiere decir que tienen que combinar las prestaciones de fuego y de resistencia al ataque por parte de personas con la intención de abrirlas por causas delictivas. La Norma europea EN que define los criterios de clasificación de resistencia a la efracción es la EN 1627 y establece 6 grados de resistencia. Estos grados muestran la capacidad de la puerta de resistir ataques que se categorizan en función del tipo de herramientas que se usan y el tiempo disponible para llevarlos a cabo. Dentro del proceso de validación también se hacen pruebas de carga sobre los puntos más sensibles de las puertas (puntos de cierre, bisagras). Las EN 1628, 1629 y 1630 recogen los métodos de ensayo de cada una de las prestaciones a validar. La Nomenclatura de estas prestaciones es “RC” seguido del grado conseguido.

Dentro del capítulo de prestaciones ligadas a la seguridad, las puertas cortafuegos también pueden tener clasificaciones de protección contra la explosión y contra el impacto de bala aunque este último punto es más característico de los vidrios que forman parte de la puerta. Igual que las características de efracción, el grado crece en función de la virulencia del ataque ya sea por cantidad de explosivo y distancia o por calibre del arma utilizada. Las Normas que regulan estos aspectos son las EN 1324 y EN 1323 partes 1 y 2 y los grados se denominan EPR y/o EXR por la explosión y la Norma EN 1523 y EN 1522 y el grado FB en el caso del impacto de bala.

Todavía existen muchas otras prestaciones ligadas a la EN 14351-1 (Norma de puertas batientes exteriores) pero la mayoría no tienen relación y correspondencia con las puertas cortafuegos. Aun así, conocer la existencia de otras prestaciones exigibles según el Proyecto y el uso de la puerta permite dotar a las instalaciones de elementos que mejoren la calidad del conjunto más allá de la resistencia al fuego integrando prestaciones a un único elemento de acceso y/o evacuación: la puerta.