PERLITA Y VERMICULITA nos hace un breve resumen de los diversos sellos y estándares que sirven para  certificar la sostenibilidad de los edificios en todo el mundo.

Según estudios, alrededor del 40% de la energía total que consumimos en la Unión Europea se utiliza en los edificios. Eso ha llevado a los países europeos y a muchos otros, a disminuir el impacto ambiental de las edificaciones y al establecimiento de normativas para impulsar las construcciones sostenibles.

El sector de la Protección Pasiva Contra Incendios no está exento de las nuevas exigencias de sostenibilidad, eficiencia, ahorro energético e impacto medioambiental de las edificaciones. Es por ello que, cada vez más, se demandan certificaciones medioambientales a estos productos.

En Europa se está avanzando mucho a nivel normativo, con leyes que están estableciendo exigencias cada vez más altas en lo que a eficiencia y ahorro energético se refiere. Nuestro Código Técnico de la Edificación es una prueba de ello, en el que hasta se menciona a los edificios de consumo energético casi nulo. También existen, desde hace décadas, diversos sellos y estándares que sirven para certificar la sostenibilidad de los edificios en todo el mundo y de los cuales haremos un breve resumen de los principales y más demandados en la actualidad:

Con origen en Estados Unidos y de carácter voluntario, es un sistema de evaluación y de certificación de la sostenibilidad. Es una metodología basada en estrategias que permiten obtener créditos e incluye también prerrequisitos que hay que cumplir, además de otros requisitos mínimos, para poder aplicar el sistema. Dichos créditos se clasifican por categorías y el peso de cada categoría está relacionado con la preocupación asociada a impactos medioambientales.

Las diferentes categorías son: proceso integrador, localización y transporte, parcela sostenible, eficiencia en el uso del agua, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad del aire interior, innovación y prioridad regional. También incluye otras categorías adicionales en función del Rating System elegido según el uso del edificio. También certifica operaciones y mantenimiento del edificio e incluye todas las fases de su ciclo de vida .

Con origen en Reino Unido, evalúa y certifica la sostenibilidad de una construcción a través de un asesor independiente reconocido por BREEAM.

El sistema incluye las siguientes categorías: gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, suelo y ecología, contaminación e innovación. Cada categoría incluye una serie de objetivos que si se alcanzan otorgan créditos. La calificación final dependerá del número de créditos conseguidos. Incluye fase de diseño, construcción y mantenimiento.

Creado en España, se trata de un sistema de evaluación y certificación de la sostenibilidad a través de una herramienta que certifica la documentación de proyecto mediante evaluadores externos homologados. La evaluación se realiza en tres niveles o fases: prediseño, diseño y construcción, uso y fin de vida del edificio. Es de carácter voluntario, y utiliza un edificio de referencia que cumple con las exigencias mínimas por normativa y por práctica común.

El sistema incluye las siguientes categorías: parcela y emplazamiento, energía y atmósfera, recursos naturales, calidad del ambiente interior, calidad del servicio y aspectos sociales y económicos. Cada categoría incluye una serie de criterios con una puntuación asociada de referencia que va de 0 a 5. El valor final de la evaluación se obtiene como ponderación de los impactos reducidos en comparación al edificio de referencia. Es un método prestacional de acuerdo con la filosofía del CTE y directivas europeas.

Sistema de certificación desarrollado a principios del siglo 21 por un arquitecto estadounidense y un químico alemán. Su filosofía está basada no solo en el reciclaje de los objetos ya existentes, sino que debe ser aplicado desde la gestación de un proyecto. Antes de fabricar un nuevo producto debe pensarse en su composición química y en su desmontaje para que, una vez finalizada la vida útil del mismo, sus materiales puedan ser devueltos a la tierra o incorporados al ciclo industrial, proporcionando materia prima de alta calidad.

En términos prácticos, C2C requiere que los productos se diseñen de tal manera que se garantice que todos los materiales puedan clasificarse en uno de dos sistemas cíclicos: Ciclo biológico o Ciclo tecnológico. A diferencia del resto de sellos, C2C certifica productos y no edificios, siendo reconocida esta certificación por el resto de sellos antes enumerados (LEED, BREEAM y VERDE).

Como síntesis, si desde hace unos años la apuesta a nivel europeo estaba centrada en la mejora de la eficiencia energética, hoy en día se ha sumado además la salud y la sostenibilidad en la construcción para reducir el impacto con el medio ambiente. Como parte implicada del sector, nuestra postura debe ser clara, apostando por el desarrollo de productos sostenibles con el medio ambiente y saludables con las personas.