IGNIFUGACIONS GENERALS nos habla de la protección de las estructuras y de los elementos de hormigón armado, utilizando revestimientos reactivos mediante el concepto de grosor equivalente de hormigón.

Los tratamientos contra el fuego con pinturas reactivas son más conocidos y utilizados para la protección de los elementos de acero. Pero a menudo surgen ciertas problemáticas constructivas en elementos estructurales de hormigón (muros, losas, pilares, jácenas…).

La estabilidad al fuego de las estructuras y elementos de hormigón armado se obtienen mediante la limitación de la temperatura de los aceros y las armaduras que hay dentro.

Para tener unos comportamientos correctos ante un fuego, los aceros tendrían que tener unas distancias mínimas de 40 mm. de la superficie, pero en la práctica muchos recubrimientos no llegan. A menudo porque son elementos antiguos, donde no se tenía en cuenta este factor en su diseño o bien para aligerar el peso a las estructuras nuevas con menos cantidad de hormigón.

Por este motivo, y para que el acero no llegue a una temperatura crítica es necesaria una protección posterior, aplicando una capa protectora con productos contra el fuego, para compensar la pérdida de resistencia al fuego provocada por los aceros más superficiales. Así evitamos el colapso prematuro de la estructura.

La normativa EN 13381-3 en lo referente a los métodos de ensayo para calcular la contribución a la
resistencia al fuego de elementos estructurales de hormigón, establece la eficacia de los revestimientos reactivos mediante el concepto de grosor equivalente de hormigón. Este concepto refleja la cantidad en g/m² o grosor en micras de pintura reactiva necesaria para llegar a la misma eficacia contra el fuego que un determinado grosor de hormigón.

Las soluciones se contrastan con ensayos de los productos en elementos de hormigón en laboratorios homologados.

Una particularidad que también tiene el hormigón es el spalling (desprendimiento del hormigón a veces en forma de explosión) a causa de la dilatación del acero y una bajada de humedad del hormigón, que con una capa protectora adecuada podemos evitar.

Por lo tanto, una de las soluciones para proteger los elementos de hormigón es mediante pinturas reactivas cerámicas ablativas en forma de pasta fluida. Y de todas las soluciones que existen en el mercado es la que estéticamente es mejor, dado que el aspecto visual es cómo si se tratara de un pintado convencional y el grosor es inferior a 1 mm. en la mayoría de las veces.