Placo signa aquest article en què posa sobre la taula la importància d’un bon ús dels sistemes constructius en funció de la resistència al foc que assenyala l’assaig corresponent


Uno de los errores más comunes a la hora de determinar un sistema constructivo que cumpla con una resistencia al fuego determinada, es pensar que, al aumentar los componentes del sistema constructivo, aumenta la resistencia al fuego (EI) que tiene ese sistema de manera proporcional.

Utilicemos como ejemplo un sistema de trasdosado autoportante compuesto de dos placas clasificadas F con cohesión de alma mejorada a altas temperaturas, con clasificación de resistencia al fuego EI 60. Supongamos que pretendemos incrementar la resistencia al fuego hasta un EI 120. Podríamos pensar que doblando el trasdosado obtendríamos esa clasificación, sin embargo, en una situación real (que es lo que se pretende simular en los en-sayos de resistencia al fuego), cuando comenzase a quemarse la segunda solución constructiva, después de transcurrir los primeros 60 minutos, la temperatura del horno de ensayo no sería la inicial (temperatura ambiente), sino que estaríamos hablando de temperaturas que podrían aproximarse a 900 ºC por lo tanto el tiempo que tardaría en quemarse el este segundo sistema no sería el mismo que tardó el primero, dando como resultado una resistencia al fuego diferente.

Pero… ¿Qué es el EI de un sistema constructivo y qué contempla el ensayo?

La resistencia al fuego permite clasificar un conjunto de materiales que forman un elemento constructivo completo dando cumplimiento a un cierto nivel de funciones estructurales o de compartimentación dentro del edificio en caso de incendio.

En el caso de los elementos separadores que no tienen capacidad portante dentro del edificio,  como es el caso de los sistemas constructivos de placa de yeso laminado, deben dar respuesta al criterio E (Integridad) y al criterio I (Aislamiento).

  • El criterio E (Integridad) establece el tiempo transcurrido desde el inicio del fuego hasta que en la cara no expuesta se detectan llamas o gases inflamables (se mantiene su integridad).
  • El criterio I (Aislamiento Térmico) establece el tiempo transcurrido desde el inicio del fuego hasta que en la cara no expuesta se alcanza una temperatura puntual de 180ºC o media de 140ºC.

El CTE establece en su DB SI que los ensayos “deben realizarse por laboratorios acreditados por una entidad oficialmente reconocida conforme al Real Decreto 2200/1995 del 28 de  diciembre, modificado por el Real Decreto 411/1997 del 21 de marzo” y su antigüedad desde la fecha de ensayo es de 10 años cuando se refieran a la resistencia al fuego.

El ensayo de resistencia al fuego se realiza mediante la Norma “UNE-EN 1364-1 Ensayos de resistencia al fuego de elementos no portantes. Parte 1. Paredes.” para el caso de los tabiques, y se generan dos informes: El informe de clasificación (IC) y el informe de ensayo (IE)

  • El Informe de Ensayo (IE) describe el sistema ensayado y todos los materiales que lo constituyen junto con sus características, el montaje de la muestra, condiciones y desarrollo del ensayo y los resultados.
  • El Informe de Clasificación (IC) clasifica el sistema constructivo ensayado según la EI obtenida según la norma EN 13501-2:2016. Es el documento que aporta el fabricante para acreditar las propiedades de comportamiento ante el fuego de un sistema o elemento constructivo. Se compone de la descripción de los elementos ensayados, resultados, clasificación y campo de aplicación.

Según la norma UNE-EN 1364-1 los ensayos de resistencia al fuego realizados en laboratorios acreditados por ENAC (Entidad Nacional de Acreditación), tienen en su Informe de Clasificación un apartado de campo de aplicación que describe las variaciones que se permiten realizar al sistema sin que estas afecten a la validez del ensayo. A continuación, se muestra el campo de aplicación de un ensayo realizado a un tabique:

En el caso de situaciones donde el sistema constructivo esté formado por otros que se hayan ensayado de manera independiente, y por lo tanto cuenten con su correspondiente EI, la resistencia al fuego del conjunto no podrá ser la suma de éstas. En conclusión, cada sistema constructivo tiene su propia resistencia al fuego (EI) expresada en minutos, que es el resultado de un ensayo realizado en un laboratorio acreditado y únicamente se mantiene esa clasificación para las variaciones descritas en el campo de aplicación.